
Ventajas y desventajas de las zonas de comodidad. ¿Saber inglés hace la diferencia?

agosto 13, 2015
Bastante se habla de las zonas de comodidad tanto a nivel personal como profesional, definamos una zona de comodidad como ese “algo perfectamente delimitado” que nos da lo necesario para sentirnos “cómodos sin más ni más”. Su relación es directa con el curso actual de nuestras vidas y la proyección hacia el futuro, nuestro progreso, la realización de los sueños y el cumplimiento de los objetivos que ahora idealizamos…
En PostLatino.com, el periodista, presentador y productor de televisión Ismael Cala nos habla en su artículo Vida Laboral: ¿acomodarse o explorar? de cómo algunos jóvenes profesionales cortan sus alas sin siquiera notarlo al lograr conseguir “aparentes excelentes puestos de trabajo”. Desde nuestro punto de vista, muchos no son consientes que una óptima preparación profesional incluyendo el dominio del idioma inglés como el idioma universal de los negocios y la comunicación global, son el boleto seguro de progreso y logro del éxito. Veamos lo que opina Ismael Cala respecto al tema:
Un número importante de hombres y mujeres de éxito nunca cursaron estudios universitarios. Triunfar en la vida no depende simplemente de un título formal, pero es cierto que un certificado superior trae consigo ventajas indiscutibles, entre ellas, mayores posibilidades de empleo y un salario más seductor.
La mayoría de las grandes corporaciones apuestan por profesionales egresados del nivel superior. Sus ejecutivos obvian, por lo general, la falta de experiencia del recién graduado y enfocan su interés en dos aspectos fundamentales: la juventud y el nivel teórico-profesional de la persona que contratan. Todo empresario con vocación de líder presta atención al futuro de su entidad. De ahí la avidez por los universitarios, entre otras razones.
Pero, la diferencia de la que es objeto un recién salido de las aulas, trae aparejado otros riesgos. Lograr un trabajo bien remunerado, con relativa facilidad, tiende al acomodamiento, y la estabilidad económica temprana crea en algunos la falsa imagen de éxito. Un título y un trabajo profesional valorado y estable, más que el fin, debe interpretarse como un primer gran paso en pos de sueños superiores, tanto profesionales como personales.
La revista norteamericana “Forbes”, especializada en negocios y finanzas, alerta sobre los errores laborales más comunes que perjudican a los jóvenes universitarios: “La comodidad puede provocar que la expectativa de un futuro prometedor, se reduzca a los límites de la compañía donde se trabaja… Nunca se deben obviar las oportunidades que permiten crecer profesionalmente… Atarse a un sitio no es recomendable… Es dejar de tener aspiraciones”.
La mayoría de las veces el “amarre” se produce por dinero, pues tememos que los ingresos mermen con un cambio. Nada de descabellado tiene pensar así, sobre todo en tiempos de crisis, pero también es provechoso preguntarse: ¿Dónde quedaron nuestras aspiraciones personales? ¿Qué hicimos con la motivación que nos impulsó a estudiar una carrera? ¿En qué plano queda la realización profesional?
Por muy cómodos que nos sintamos en un trabajo, sobre todo al inicio de la vida laboral, no dejemos de pensar en caminos más amplios y acordes a nuestros intereses personales y profesionales. Cuando nos percatamos de ello, aparece la gran disyuntiva: ¿Conservamos lo obtenido o nos lanzamos a la conquista de nuevos horizontes? (…)
Pese a sus temporales beneficios, caer en las arenas movedizas de las zonas de comodidad trae riesgos casi irremediables como pérdidas de tiempo y oportunidades, sin mencionar la frustración, el sentimiento de culpa y el quebrantamiento de la autoestima cuando al reaccionar crees no haber tenido la valentía antes para tomar la decisión de dar un paso afuera de los “límites” marcados en esta zona.
Salir de esta burbuja imaginaria trae consigo su magia, la oportunidad de asumir retos, de demostrarte a ti mismo de lo que eres capaz, ¿te caíste? no importa, sacúdete las rodillas y sigue, tener fracasos solo significa que lo estás intentando, que estás aprendiendo, que cada vez te acercas más al alcance de tus metas.
Salir de tu zona de comodidad es como tomar la decisión de emprender un viaje; pon en tu maleta todo lo necesario para sobrevivir. Esto no es más que una preparación personal y profesional completa, incluyendo el dominio del idioma universal que te da acceso a información y oportunidades infinitas.
¿Estás listo para dar el gran salto?